Por trabajo y responsabilidades había olvidado lo lindo que son las cafeterías de barrio. Y hoy por ser un día especial ( en Argentina ) luego de la oficina salí con la moto a dar unas vueltas.
Increíblemente se puede respirar aire fresco y observar los cambios de una capital vacia. Negocios cerrados, pocos autos y personas en la calle. «Tranquilidad» es la palabra y siendo así me propuse en buscar un BAR/CAFE sin recurrir a Internet. Utilice esas viejas herramientas, que se utilizaban en la época de mis padres y abuelos, «preguntar a personas». Y acá estoy, te encontré, hermoso café «Conde» en la esquina( Avenida Federico Lacroze 3193 ).
Mucho me hizo acordar a ese bar del que mi abuelo era dueño en la zona de Lugano, colores, cuadros en blanco y negro, chapas de patentes antiguas, la gente de barrio; ver como se saludan con el dueño conociendose de años y por sobre todo el aroma a café.
Todo esto me hizo reflexionar. En tiempos en los que uno esta inmerso en el segundo a segundo conectado, es lindo volver a recordar que hay personas en la calle que te recomienden un bar de barrio y por supuesto aún más que existan personas como los dueños de «Conde» que hace que este momento sea especial.